Link

Cuando pienso en una lista de las mejores películas que he visto, sí o sí tiene que estar Peter Greenaway con El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (1989). Recuerdo que la vi para hacer un informe de un ramo de cine en la universidad y la amé, ¿Las razones? Ene, primero, es como estar viendo una obra de teatro con una escenografía perfecta, escenas de una pintura de Rembrandt o de bodegón. Hay una plena conciencia de cómo construir los espacios y se aprovechan al máximo recursos tan elementales como la luz y color: primero cuando se nos muestra un comedor, todo se ve rojo, luego cuando la protagonista va al baño, todo se hace blanco incluso su ropa antes roja. Para mí eso ya fue la originalidad misma. Segundo, la ropa, diseñada por Jean Paul Gaultier…¡la perfección!. Tercero, las actuaciones, se destaca Michael Gambon como un ser extremadamente grotesco, y Helen Mirren como la mujer golpeada que luego saca su cartita bajo la manga. Y cuarto: la historia, Albert Spica (Gambon) es un delincuente que tiene un restaurante dirigido por un chef francés, en éste se reúne con sus cómplices.  Spica desata aquí su ira maltratando al personal, a sus matones y hasta a los clientes. Por supuesto quien sufre también de las humillaciones es su esposa (Mirren). Ella, comienza una relación secreta con un cliente habitual del restaurante, un hombre calmado y culto; todo eso ante los ojos de Spica, que por ser un energúmeno, no lo nota. Ambos comienzan a reunirse en el baño o la cocina  del lugar con la ayuda del chef. ¿Qué pasa después? ¿Spica los descubrirá?…Véala, porque está en youtube y porque el final es siniestramente bello.

Miss G